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jueves, 6 de abril de 2017

El Aula de Música Iberoamericana

Cuando la palabra AMIGO se convierte en unas siglas es que nos hallamos ante el Aula de Música Iberoamericana ‘Grupo de Oviedo’. Se creó hace seis años en la Universidad de Oviedo y la coordina mi querido colega el profesor Julio Ogas. El pasado año cambió el equipo rectoral y el Aula y su director han seguido funcionando, lo que dice tanto de los actuales responsables académicos como de este proyecto musical, pues es muy frecuente que ciertas ideas lanzadas durante un mandato no continúen o también de signo y/o de dirección en el siguiente. Mas en este caso, ya digo, no fue así.
El fundamento de AMIGO es relativamente sencillo: a partir de la amplia labor musicológica de la Universidad de Oviedo en torno al patrimonio de los siglos XIX y XX –que en el caso de determinados proyectos es de ámbito español y latinoamericano-, se pensó en promover el conocimiento en vivo de obras y autores de España y América, ya que la música académica de la otra orilla y la nueva de ésta , pese a su evidente calidad, no circulan nada bien en el mundillo musical español.
El pasado miércoles, 29 de marzo de 2017, tuvo lugar una actividad de AMIGO en el Paraninfo de la Universidad. Se trató de un concierto interpretado por jóvenes estudiantes o titulados de música que también cursan estudios en la universidad asturiana, preferentemente de Musicología y de Pedagogía.
El concierto nos propuso combinaciones de cámara muy diversas. Nada mejor que dejar constancia del programa, con sus autores, títulos y el nombre de los intérpretes que se enfrentaron a este reto artístico:
Invierno porteño, Astor Piazzolla (Argentina).
Saxofón: Coral Ruiz del Olmo – Piano: Andrea Bolado

Flame/Chances, Javier Giménez Noble (Argentina)
Trompa: Ana Rozas – Piano: Violeta Rubio

Plural, Helder Oliveira (Brasil)
Oboe: Laura Burguillo – Clarinete: Tamara Lede

Ludus IV, Fernando Mattos (Brasil)
Violines: Marina Aneiros, Alejandro Morán

Trío, Josep Soler (España)
Violines: Marina Aneiros, Alejandro Morán – Piano: Rocío Fernández

Sarabande et Thème Varié, Reynaldo Hahn (Venezuela)
Clarinete: Tamara Lede - Piano: Rocío Fernández

Dos miniaturas medievales, Adina Izarra (Venezuela)
Clarinete: Marta Brión. [Piano: Julio Ogas]

Zamacueca (danza chilena), Joseph White (Cuba)
Violín: Isabel Rivas – Piano: Violeta Rubio

La bella cubana, Joseph White (Cuba)
Violines: Isabel Rivas, Marina Aneiros – Piano: Violeta Rubio

El profesor Julio Ogas realizó una sintética y acertada explicación de los contenidos del concierto y subrayó el esfuerzo y compromiso de los músicos. Por mi parte deseo insistir en estos mismos aspectos y destacar la novedad de la mayor parte del programa. Puede asegurarse que hubo varios estrenos en España, lo que resulta más notable todavía en una ciudad mediana muy proclive al canon estético mayoritario y al gran repertorio. Claro que tampoco se dejaron de lado ciertos nombres imprescindibles, como el argentino Astor Piazzola (¡qué sentido fraseo y qué sutil rubato en la entrada del saxo!), seguido por su compatriota Giménez Noble, con una obra bien resuelta pese a resultar muy comprometida por la fragmentación de su propio discurso. 
Fueron todo un descubrimiento las composiciones de los brasileños Oliveira y Mattos, muy bien presentadas por los instrumentistas citados en el programa.
El Trío de Josep Soler puede considerarse la obra más densa de la sesión y la aportación ibérica al concierto. A mí me resultó particularmente emotiva la inclusión de esta composición por mis estrechas relaciones con el compositor catalán, que acaba de cumplir 82 años y al que tuve bien informado de este concierto. ¡Todo un regalo, amigo Julio y amigos de AMIGO!
 Muy contrastantes los ejemplos de los venezolanos Reynaldo Hahn y Adina Izarra. De esta última escuchamos unas miniaturas medievales muy interesantes, modernas y complejas rítmicamente. El propio Julio Ogas se puso al piano, mas como no figura en el programa, me permito subsanar el olvido incluyendo su nombre en la relación anterior, eso sí, entre corchetes, como mandan las normas de edición. No se olvide que aunque ahora ejerce como musicólogo y años atrás atrás, estando en Argentina, lo hizo como profesor de análisis para pianistas, tuvo unos comienzos de concertista internacional que le llevaron a distintos lugares de Europa y América así como a participar en algunas cuidadas grabaciones de música argentina para piano.
Dos obras del cubano Joseph White cerraron brillantemente la velada. Primero sonó una zamacueca que White compuso para presentarse en Chile. Refirió al inicio Julio Ogas que era práctica habitual componer un himno para el país que visitaba un gran virtuoso o, en su lugar, una pieza relacionada con las señas de identidad de la nación anfitriona, como aquí es el caso con la zamacueca. Obra muy difícil, con dobles cuerdas, endemoniados armónicos, pizzicati y otros fuegos de artificio de esos que gustaban a los virtuosos decimonónicos como Sarasate, Fernando Palatín, Paganini y el propio White.
Una habanera de White sirvió para cerrar el concierto en clave cadenciosa y eufónica. A destacar el pasaje central, más rápido, que era propio de las primeras habaneras y que luego fue perdiéndose, como también explico el profesor Ogas.
Todos los intérpretes recibieron numerosos aplausos y hubieron de saludar en grupo al final. Me gustaría hablar de cada uno de ellos, pero ya se advierte que he evitado mencionarlos de forma individual porque esta nota no es una crítica musical (dejé ese oficio en 1980) sino un testimonio de admiración y agradecimiento hacia el total de los participantes por su buen hacer y su altruismo.
Concluyo con unas cita que mi querida colega Celsa Alonso, precisamente investigadora principal del Grupo de Investigación en Música Contemporánea Española y Latinoamérica (GIMCEL ‘Diapente XXI’) suele usar en algunas de sus intervenciones públicas. Es la síntesis que la periodista Rocío Huerta hace de un encuentro con cinco intelectuales españoles y latinoamericanos en torno a las relaciones culturales entre ambos mundos. Dice así: “Hoy más que nunca España necesita de América, pero sin imposiciones, sin soberbias, sin vanidades, sin tutelas ni paternalismos, sino en situación de amigos y socios leales y respetuosos” (El País, 1-1-2013).
Pues sí, en AMIGO hay un puñado de esos amigos “leales y respetuosos” haciendo realidad ese deseo. Y al hacerlo, la Universidad sale de sus muros no sólo para proporcionar un rato de ocio a los asistentes sino para contribuir a una reflexión que permita a la sociedad del conocimiento en la que se inserta dar las mejores respuestas a sus necesidades y a tomar los caminos más adecuados para su propio futuro.

Fotografías: dos momentos del concierto. Fotos cortesía de la profesora  Marcela González.

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