
Una sentencia latina nos advierte de que las palabras vuelan en tanto que los escritos permanecen. Los audiolibros subvierten esta idea en la medida en que las palabras que llegan a nuestros oídos son susceptibles de repetición, archivo y, en suma, de ser manejadas con la misma sensación de perdurabilidad que habita en los escritos de donde proceden. Las informaciones...
Audiolibros: voces como música