Existe una larguísima tradición de pensamiento según la cual ciertas músicas producirían efectos beneficiosos en los oyentes, en tanto que otras tendrían consecuencias nocivas sobre esos mismos auditores. Esto nos sitúa en el terreno de la vieja teoría del ethos. Platón concreta en La república las “armonías” admisibles y las que hay que excluir de su proyecto...
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El mal no está en la Música