Este blog cumplió cinco años el pasado 28 de septiembre. Creo que procede realizar un breve balance de la experiencia. En primer lugar, algunos datos. El otro a ratos cuenta en la actualidad con 143 entradas (de unos tres folios de media), 81 comentarios y algo más de 50.000 visitas. Considero que el blog ha superado lo que entre los adeptos a este tipo de espacios en Internet se conoce como la “travesía del desierto”; es decir, los meses (incluso más de un año) que siguen a la apertura del blog, en los que su autor se esfuerza por publicar entradas de interés que, sin embargo, nadie parece leer. En esa travesía, el bloguero consulta los datos de su escritorio privado y observa las despiadadas estadísticas: nadie por aquí, nadie por allá, salvo unas pocas visitas que proceden de los amigos o, peor aaún, de los robots de búsqueda que usan determinados países. En efecto, cuando aún no había lanzado el nlog públicamente y ni siquiera habíamos escrito una sola entrada, ya registré visitas de Rusia y de Estados Unidos y nos enteré de que no se trataba de lectores sino de máquinas en búsqueda de vaya usted a sabér qué contenidos.
Perseverar tiene su premio y, ciertamente, pasé la travesía del desierto sin inmutarme y al cabo de un año y medio, más o menos, cuando muchos blogueros ya habrían abandonado su blog para siempre, empezó a animarse este sitio de Internet. Las visitas aumentaron y, sobre todo, empezaron a ser continuas. No podría decir si son muchas o pocas y, además, eso no me importa nada. Teniendo en cuenta que es un blog de Musicología, que trata de ser ameno y que está concebido al hilo de la experiencia, pero que es absolutamente serio, sin concesiones a los comentario malintencionados que tanto abundan en Internet, me puedo dar por contento. Las opiniones de los lectores que han tenido a bien añadir un post a algunas entradas son todas positivas o muy positivas, como se puede comprobar. No ha habido ningún comentario de los lectores que haya quedado sin publicar.
Una cosa interesante es que los textos sobre personas vivas tienen un éxito grande e inmediato a su publicación. A veces se registran varios centenares de visitas a una de estas semblanzas personales en unos pocos días a raíz su publicación. Luego, suelen pasar a un estadio larvado, con puntuales rebrotes. Cuando he hablado sobre personas fallecidas en los últimos lustros, lo he hecho por dos razones: por su valía y por haberlas conocido bastante. Estas entradas (Ramón Barce, Alfredo de la Roza, José López Calo, entre otros nombres) resisten muy bien el paso del tiempo porque han quedado personas que apreciaban su obra y que han difundido en Internet lo publicado en El otro a ratos sobre ellos.
Curiosamente, los artículos sobre cuestiones musicales diversas, en especial los relacionados con la tratadística musical, son cada vez más frecuentados. Durante meses, por ejemplo, la entrada más vista fue la dedicada a las proporciones musicales, pero no faltan personas interesadas en temas como la tetraktys, el sistema hexacordal, el imaginario aéreo de la música y otros muchos que, a mi juicio, son los que dibujan el perfil más significativo del blog. Cercanos a estos asuntos aparecen algunos otros aún menos frecuentes, como el gorigori, los exorcismos o la estética musical cisterciense.
Finalmente, hay un sector de lectores que se inclina por algunas entradas en las que se abordan temas musicales relacionados con la literatura. En este sentido, los escritos sobre Proust, Pessoa, Mary Angela Dickens, Cervantes o, acaso el más visitado, sobre la escritora Carson McCullers, me resultan particularmente satisfactorios, pues al redactar estas entradas he unido dos pasiones que marcan mi vida: la música y la literatura.
También hay cosas que no funcionan bien. Por ejemplo, algunos amigos me indicaron que no era fácil enviar comentarios al blog, aunque lo cierto es que muchas personas lo han hecho. Por otro lado, no hay posibilidad de suscribirse para recibir el aviso de que salido algo nuevo. Habría que revisar esta situación, pues algunas personas se han interesado por esta posibilidad. Y como posibilidad para el futuro no descarto realizar una publicación con una selección de entradas, pues hay donde elegir.
Querido profesor Medina:
ResponderEliminarMi más cordial felicitación, cierto que echo de menos la posibilidad de suscribirme para recibir la alerta de nuevas entradas. Pero al fin y al cabo, tampoco hay justificación para no abrir las puertas al blog, periódicamente.
Así pues, en este saco sin fondo de internet, donde se hace muy difícil salir de la infoxicación, "El otro a ratos", es aire puro. Un fuerte abrazo, siempre a la espera de tu magisterio:
Félix Martín Martine