
Hubo un grupo de música que se llamaba Fe de
Ratas. Y la verdad es que hay que tener fe de ratas —y esperanza y caridad—
para creer que el ser humano, en el estadio actual de su evolución, puede
vencer a las erratas de imprenta. Ni siquiera nos consuela esa carilla que se
imprime al final del libro o en hoja suelta —la fe de erratas— porque sabemos
que no pasa...
Erratas