
En mis
primeros contactos con la televisión, en los 60, el invento sólo funcionaba
más o menos de 6 de la tarde a 12 de la noche. Años después había una sesión de
mediodía/sobremesa, seguida de una pausa, y luego venía la emisión de la
tarde/noche. Con el tiempo sólo dejaría de haber televisión durante unas pocas
horas de la madrugada. Finalmente, llegó la jornada...
La carta de ajuste, un rincón codiciado para la música contemporánea