
La mayoría de los lectores y lectoras de este blog –a quienes aprovecho para desearles un feliz año nuevo– habrán cantado en alguna ocasión el canon Frére Jacques. Esta melodía tiene la virtualidad de convertirse en una composición polifónica sin más material sonoro que ella misma. Basta con añadir nuevas entradas de la cancioncilla, estratégicamente escalonadas, para...
Cánones: entre el oficio y las preguntas de la esfinge